martes, 8 de diciembre de 2009

The book of life.

By the length of the story we can tell is hard to understand. Every piece of quiet movement it's impossible to describe but not to feel. It's a book you read with your eyes shut, without touching the pages as they burn fast. We can't keep it, we can't stole it, we can't save it. It has its own life and it will live 'till its time arrives. The first chapters are written in the simplest way but are the hardest to understand. They're full of magic and wonder, smiles and goofy faces. But also they're filled with questions and discoveries that sometimes give us pain. Inoncent pain, joyful pain. Pure pain. Beautifully created to baptism our existence. An existence marked by the scar that makes us ourselves unique and imperfectly perfect in our form. Yes we're all clichés. But for some of us it's hard to understand and see how magical we could be by being just the same, it's hard to find our own difference and to stand out. It's hard to catch our breathe and catch our inspiration, or at least a glimpse of it. That's why these first chapters are so important. Sometimes our mind and body and heart beg us to read them again. Memorize them and make them a reality for the second time.

A juzgar por la longitud de la historia sabemos que es difícil de entender. Cada parte de silencioso movimiento es imposible de describir pero no de sentir. Es un libro que leés con los ojos cerrados, sin tocar las páginas mientras se incineran rápidamente. No lo podemos guardar, no lo podemos robar, no lo podemos salvar. Tiene su propia vida y vivirá hasta que su tiempo llegue. Los primeros capítulos están escritos de la forma más simple y son los más difíciles de entender. Están llenos de magia y maravilla, sonrisas y caras tontas. Pero también están llenos de preguntas y descubrimientos que a veces nos causan dolor. Dolor inocente, jubiloso. Puro. Hermosamente creado para bautizar nuestra existencia. Una existencia marcada por la cicatriz que nos hace a nosotros mismos únicos e imperfectamente perfectos en nuestra propia forma. Sí, somos todos clichés. Empero, para alguno de nosotros es difícil de entender y ver cuán mágicos podemos ser siendo lo mismo, es arduo encontrar nuestra propia diferencia y destacarse. Es difícil recobrar nuestro aliento y capturar nuestra inspiración, o por lo menos un vistazo de ella. Este es el porqué de que estos primero capítulos sean tan importantes. A veces nuestra mente, nuestro cuerpo y corazón nos suplican que los leamos de nuevo, los memoricemos y los hagamos una realidad por segunda vez.

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