lunes, 21 de junio de 2010

Poema para mí.

Atardeceres de terciopelo sobre edificios solitarios.
Corazones de nadie.
Muchos encuentros de amores esperando el sol.
Y brilla en su más fuerte punto.
Y muere en su brillo.
Como los mortales que somos.
Tenemos miedo a todo.
Cuando te encuentre mirando por tu ventana.
El cielo plateado.
Las ilusiones se están destruyendo.
¿Cantamos cuando necesitamos?
¿Qué es creer?
Soy sólo un mortal.
La silenciosa luz de millones de velas encienden el fuego en mi alma.
Mis ojos nunca cierran.
Y preguntan, no tengo respuestas.

Me adueño del mundo con una simple canción.
Creo haberte admirado en secreto, sin contárselo ni siquiera a mí misma.

Rimas.

Si encontrarme es imposible porque nunca me busqué.
¿Justifica esta mentira de camino que tomé?
La paloma abre sus alas ante la gran multitud.
No es un problema de vuelvo, es un problema de altitud.
Mi catársis es mentira, sólo me ayuda a escribir.
Y a recibir enseñanzas de una extraño porvenir.
Practico mi nuevo idioma y escondo mi interior.
De nada sirve quejarme cuando el ayer fue mi hoy.