sábado, 15 de enero de 2011

Compendio de frases hechas.

Me debatí mucho tiempo de dónde provenía mi rechazo. Me debatí mucho tiempo innecesariamente, lo sé. Pero al fin y al cabo, lo pensé, lo medité, lo creí y lo compré.

Hay pocas cosas que ame en la vida como amo el Arte y generalmente esas "pocas cosas" son pocas personas porque de lo abstracto y lo material, no hay nada como la música, la pintura, el dibujo, etc. Por este motivo tanto tiempo analicé mi disgusto frente a cierto tipo de música que hoy se canta como se cantan las canciones de cancha: sin pensar en lo profundo, en el significado de las palabras sino siguiendo un cántico popular guiados por un sentimiento que nace desde la identificación generacional, no desde la identificación artística.

Creo profundamente que todo ser humano en el planeta es artista. Están los Artistas del Arte, esos que se escriben con "a" mayúscula. También existen los artistas de la medicina, de la economía, de la agricultura y así puedo seguir y seguir. Cada uno hace su trabajo con delicadeza, de manera parsimoniosa, con orgullo. Y de eso se trata, dar una parte de vos a tu creación. Crear y destruir, eso es Arte. Y todos lo hacemos. Es por esto que creo que los difrentes géneros musicales existen para la identificación artística de los billones de artistas que nacen y mueren cada día en la Tierra. Pero, ¿qué ocurre cuando se deja de lado la identificación humana, emocional y abstracta y se cae en la repetición de la identificación generacional?

No estoy diciendo que los hits no deberían existir porque la masificación a veces es resultado de algo hecho muy bien. Un éxito musical que es escuchado y consumido por millones de personas logró plasmar algo que todos sentimos o necesitábamos sentir en esos tres o cinco minutos que dura y merece, por esto, ser llamado éxito. El éxito de poder llegar a tan diversos artistas de todo el mundo. Quiero aclarar que no tengo nada en contra esto, es más, estoy totalmente a favor.

Pero un hit no es lo mismo que una canción "de moda". Un hit produce algo en muchísimas personas, pero ese "algo" es diferente para cada uno porque cada uno es diferente ante ese "algo". Una canción de moda produce lo que te hicieron creer que producía en vos. Te la metieron poco a poco en la cabeza, repitiendo una y otra vez un estribillo deshonesto, hecho en pos de "pegarla". La escuchás todos los días en la misma radio sin que nadie la haya votado ni una vez. Es una creación artificial. Pero ojo, esto no sólo se aplica al Pop, género preferido para bastardear y subestimar porque realmente nunca nadie lo entendió. Se aplica a cualquier género, y en Argentina se aplica a uno en general.

También sé que estas canciones de moda muchas veces no nacieron con la finalidad de serlo. Muchas veces son honestas pero se dejaron usar, como una mujer hermosa que ha pasado por muchas sábanas. Infinitas veces el verdadero significado se pierde en el ciego fanatismo que colocaron en tu cabeza y te hicieron creer que nació de vos.

Quiero también aclarar que hay muchas canciones que me gustan que para muchas personas pueden entrar en la categoría "de moda". Pero no es así. Las canciones "para bailar" o "pasar el rato" pueden tener una lírica superficial y hasta egoísta pero hubo alguien trabajando muy duro para que ese beat que escuchás a lo lejos te haga mover el cuerpo como nunca antes. Es el arte de hacer bailar y hay personas muy talentosas creándolo.

Siguiendo con mi pensamiento principal, quiero expresar mi disgusto con la mayoría de la música argentina (nótese que dije "mayoría" que no es lo mismo que "toda") o por ahí no debería decir argentina, ya que es una nación muy grande, unitaria, pero grande. Por ahí debo limitarme a decir: la música argentina que llega a mis oídos en mi pequeño mundo llamado Capital Federal. Y por sobre todas las cosas, la música argentina que hoy se vende como pan caliente.

Estas canciones que escucho una y otra vez en radios, televisión y hasta en redes sociales tienen algo muy simple que me aleja completamente: son un compendio de frases hechas. Frases sabias que alguien ya escribió y que aparentemente juntándolas todas en una canción se vuelven poesía. Perdonen si sueno soberbia, sólo expreso mi opinión, pero, yo no veo la escritura o la lírica, como prefieran llamarla, de esa forma. Es verdad que uno puede recurrir a una cita para expresar algo que alguien ya dijo muy bien, eso se podría llamar "cultura general aplicada al arte" y no le veo nada de malo. Pero hay un condimiento especial en decir las palabras que ellos van a querer escuchar. Ahora que lo pienso, esto se parece a la política argentina de los últimos años (¿los últimos 200 años?). Es ser quienes ellos quieren ver no quien sos para que ellos lo vean. Eso me descoloca. A veces también, me da bronca. Bronca ver como masas de jóvenes y no tan jóvenes se mueven en la misma dirección creyendo que son ellos quienes deciden el camino. Por ahí las mismas bandas, que creen que siendo parte de las otras miles de bandas iguales que ya existen podrán lograr algo, se encuentran en la misma posición que sus seguidores. La posición argentina del facilismo, del poco individualismo y la masificación. Estamos en una sociedad en la cual el difrente es "pete" y el "capo" es el que somete al diferente, avivando el fuego del odio y la segregación. Una sociedad en la cual no existe casi otra ideología política que no sea el Peronismo, una sociedad donde siempre se libran batallas entre dos grandes grupos y sólo dos: Boca-River, Radicalismo-Peronismo, Ricos-Pobres. Una sociedad de extremos donde quien no es honesto es el chanta más grande y quien no quiere estudiar es un vago. Sin puntos medios en la sociedad tampoco hay puntos medios en el arte y por eso encontramos en casi el mismo barrio al artista de alma, el talentoso, que está desperdiciado en una tierra donde nunca a a poder vivir tranquilo de lo que le gusta hacer y también encontramos al gran artista argento, que escribiendo tres líneas que rimen y con el mismo riff de guitarra que escuchamos desde que muchos se empezaron a cortar el flequillito recto, venden cd's y a veces viven mejor que el otro pobre tipo que todavía espera que lo tomen en serio.

Y así sigue Argentina. Un país lleno de artistas de la puta madre (si no caminen por calle Corrientes y pasen a ver), un país donde el arte reside en cada esquina pero es desperdiciado y usado incorectamente. De la misma manera que no sabemos usar nuestros recursos naturales y nuestra inteligencia.

Tengo miles de frases hechas para describir el gran rechazo que siento por esta música que hoy llena el espacio porteño, pero como ya lo dije antes, no me gusta hablar con palabras de otros y es por eso que a veces me cuesta un poco más "pegarla".